- ¡Qué pasó! Siento que mis pétalos se llenan de rocío...
es mi amigo el sol que me llama. ¡Jazmín, Jazmín! ¡Despierta, despierta! Despierta
que los crisantemos ya prepararon el desayuno y están esperando que vengas ¿La
mesa está servida? Las rosas te esperan, las margaritas también, los rayitos de
sol, las alegrías del hogar y los claveles. ¡Vamos Jazmín!
Pero Jazmín seguía profundamente dormida y con
mucho sueño ¡Hasta que de pronto!
- ¡Oh no! ¿Qué están haciendo? ¡No! ¡Glicina, glicina!
No trepes esas paredes ¡Te vas a lastimar! ¿Y la lavanda? ¿Dónde está?
- Ella se escondió en el ropero al oír tus gritos -
le contestó el malvón -.
Jazmín de pronto despertó asustada - Perdón, perdón,
me dormí; pasa que anoche me quedé perfumando la brisa y disfrutando la larga y
tibia noche de verano, sabes… estaban los enamorados amigos Sonia y Pepe, siempre
les hago compañía y con mi perfume completo su noche romántica.
- ¡Oh, qué bien amiga Jazmín! ¿Pero recuerdas? La
cascada está llena de pájaros y perfumes de muchas flores. Vamos Jazmín no te
quedes ¡Vamos, vamos!
Y así llevamos a Jazmín a disfrutar de ese día, tan
maravilloso como todos los que nos brinda mi amigo el sol, día tras día.
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