Crónica de Andrea Corvalán

Hola me llamo Andrea quisiera contarles lo que sucedió en la clase de Arte y Educación, llegamos como de costumbre todos en el aula, de pronto apareció el profesor nos saludo y comenzó a tomar asistencia; como es la rutina de cada uno de ellos.

El profe tenía aspecto de tranquilo pero a su vez me dio la sensación de que era una, persona un poco complicada, pero las apariencias engañan .Al comenzar a dar la clase y preguntar qué entendíamos por Arte todos tuvimos  un concepto diferente, yo le dije que era estimular al niño por medio del dibujo y la pintura vaya definición ja ja ja.   Nos dio varios ejemplos de cómo llegar a ellos por medio del lenguaje. Luego realizó algunos ejercicios gestuales con la palabra “no” estuvo buenísimo porque mirábamos diferentes expresiones en su cara y nos causaba gracia. Una de las cosas que, más me impacto de la clase fue cuando estaba explicando algo y de pronto dio un grito de “no” y todos saltamos de los bancos porque nos asustó (fue una buena idea para despertarnos) e inmediatamente se nos activó la neurona de la risa y no paramos de reír por un rato, cada vez que me acuerdo de esa situación me río sola ¡qué loca estoy! Después nos hizo hacer una ronda donde éramos frutas dentro de una canasta a su derecha naranjas y a su izquierda bananas en ese momento teníamos que preguntar a nuestra compañera su nombre que no la conocíamos y no tuvimos contacto alguno en ningún momento con ellas. Dentro de la canasta hicimos varios juegos gestuales de asombro, risas, gritos nos reíamos de nosotras mismas la pase súper por lo menos yo, solo que en la canasta había una fruta que estaba aislada no quería participar del juego cuando le llegaba su turno se ponía molesta o triste no se definirlo pero bueno solo espero que esa fruta se integre la estaremos esperando. Estoy más que segura que mal no la va a pasar, recuerden somos una canasta con frutas donde no queremos que ninguna se quede afuera .personalmente la clase me dio la oportunidad de conocer más a mis compañeras; creo y estoy segura que todas somos buenas personas a pesar de nuestras diferenciasen edades, solo espero que lleguemos a ser buenas compañeras y porque no una que otra amiga. No se olviden somos una canasta llena de naranjas y bananas, si alguna está un poco triste o no entiende nada; acá estamos para ayudarnos unas a otras para eso somos una canasta con frutas.